Disfruta de un tratamiento estético que implica la eliminación de impurezas, como células muertas, suciedad y grasa, de la piel del rostro. Incluye pasos como la exfoliación, extracción de puntos negros y blancos, y la aplicación de productos para hidratar y revitalizar la piel, dejándola más fresca y radiante.
Elimina la acumulación de suciedad, grasa y células muertas que pueden obstruir los poros, ayudando a prevenir la formación de puntos negros y espinillas.
Al eliminar impurezas y exfoliar suavemente, la limpieza facial puede mejorar la textura y el tono de la piel, dándole un aspecto más fresco, radiante y uniforme.
Los productos aplicados durante la limpieza facial pueden proporcionar hidratación y nutrientes a la piel, ayudando a mantenerla suave y saludable.
Los masajes y movimientos suaves durante la limpieza facial aumentan el flujo sanguíneo, lo que puede mejorar la oxigenación de los tejidos y promover una piel más saludable.